lunes, 24 de julio de 2017

Diamantes dan nueva vida a República Centroafricana tras guerra

Por Fleury Koursany.
Los diamantes en bruto permitieron a Abdoul Raouf casarse con tres mujeres y pagar la escuela de sus nueve hijos. Ahora que su ciudad del oeste de la República Centroafricana puede volver a exportar legalmente las gemas a los mercados mundiales, sus vecinos esperan tener la misma suerte.


“Los diamantes son mi vida”, dijo Raouf, que comercializa las piedras compradas a los mineros artesanales de la ciudad de Gamboula, cerca de la frontera con Camerún y a 10 horas en coche de la capital, Bangui. “Gracias a los diamantes puedo hacerme cargo de mi familia”.
Gamboula es una de las cinco áreas del oeste que pueden volver a comerciar libremente diamantes después de la gradual flexibilización de una prohibición de exportación impuesta hace tres años. Si bien han estallado combates en el sudeste, obligando a decenas de miles de personas a huir, la prefectura de Mambere-Kadei occidental ha aceptado una paz tentativa, permitiendo a los residentes regresar a las minas de diamantes.
El Gobierno calcula que por lo menos el 20 por ciento de la población del oeste, o cerca de 60.000 personas, obtienen ingresos de la minería de diamantes. No es raro ver a los niños faltar a la escuela para acompañar a sus padres y ayudarlos a tamizar la grava en busca de las piedras preciosas.
“El levantamiento parcial del embargo ha sido muy importante para el Gobierno, permitiéndonos recaudar impuestos y fortalecer las arcas estatales”, dijo el ministro de Minería Leopold Mboli-Fatrane en una entrevista en Bangui.
xZonas verdes
En mayo de 2013, varios meses después de que una alianza de insurgentes musulmanes tomase el poder, la República Centroafricana fue suspendida del Proceso de Kimberley, un grupo internacional que representa a la industria, la sociedad civil y los gobiernos y que busca detener la venta de los diamantes de las zonas de guerra. Eso significaba que el país ya no podía exportar las gemas, aun cuando las casas compradoras podían comprarlas y almacenarlas localmente.
Hasta el embargo, los diamantes eran el principal producto de exportación del país, con una capacidad de producción anual estimada de 840.000 quilates, según la organización. Los Emiratos Árabes Unidos son un comprador importante.
Conforme los combates se iban deteniendo en el oeste, el Proceso de Kimberley propuso el año pasado un levantamiento parcial de la suspensión general para permitir las exportaciones de diamantes de las llamadas zonas verdes, manteniendo al mismo tiempo la prohibición en vigor en las regiones donde continúan los combates y es probable que los diamantes caigan en manos de las milicias. La primera ciudad en comenzar a comerciar internacionalmente de nuevo fue Berberati, en la prefectura de Mambere-Kadei, en mayo de 2016.
Mambere-Kadei posee uno de los dos principales sistemas fluviales de la República Centroafricana que en conjunto tienen un estimado de 39 millones de quilates en reservas de diamantes, según el Servicio Geológico de los Estados Unidos.
“Continuaremos colaborando para que las exportaciones de diamantes puedan reanudarse en todo el país. Ésa es nuestra esperanza”, dijo el ministro de Minería, Mboli-Fatrane.
El Gobierno también redujo el costo de una licencia para los colectores de diamantes en más del 30 por ciento a 680.000 francos CFA (US$1.200).

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