Fuente: Reuters
3 de agosto de 2017
LONDRES (Reuters) – El Banco de Inglaterra mantuvo nuevamente el jueves sus tasas de interés en mínimos históricos y recortó sus pronósticos de crecimiento y de salarios debido al impacto del Brexit en la economía.
El gobernador del BoE (por su sigla en inglés), Mark Carney,
dijo, sin embargo, que no faltaría mucho para justificar un alza de las
tasas. La entidad reiteró que podrían subir los costos de endeudamiento
un poco más de lo que esperan los inversores en los próximos tres años,
posiblemente en el lapso de un año.
“Esos
aumentos se harían a un ritmo gradual y relativo (…)(que sería) más de
lo que espera el mercado, pero por debajo del ciclo tradicional“, dijo Carney en una conferencia de prensa luego de conocerse la decisión.
Los
principales bancos centrales han buscado alejarse de la relajada
política monetaria vigente tras la crisis financiera, pero muchos están
teniendo dificultades para hacerlo sin matar el crecimiento.
El
BoE destacó que el impacto del Brexit -la salida de Reino Unido de la
Unión Europea- en la quinta mayor economía del mundo está afectando al
poder adquisitivo de las familias y las decisiones de negocios, con su
consecuente debilitamiento de la inversión.
Ante
la incertidumbre sobre ese efecto, el BoE dijo que sus autoridades
votaron 6-2 a favor de mantener la tasa de interés clave en 0,25 por
ciento, tal como lo esperaban los economistas que participaron en un
sondeo de Reuters.
Carney
dijo que la incertidumbre alrededor de Brexit también pesa en el
potencial de crecimiento económico de Gran Bretaña. “El diferimiento de
la inversión va a significar que la capacidad de oferta de la economía
se expanda a un ritmo más lento (…) Eso tiene consecuencias, podría
tener consecuencias para la política monetaria”, destacó.
El
BoE ahora espera que la economía británica crezca un 1,7 por ciento este
año, por debajo de su pronóstico de mayo de 1,9 por ciento. También
redujo su previsión de expansión para el 2018 a 1,6 por ciento desde 1,7
por ciento, pero mantuvo la de 2019 en 1,8 por ciento.
El
banco también mantuvo sus programas de compras de activos y dijo que su
esquema de créditos terminaría, tal como estaba previsto, en febrero del
2018.
Hace
unas semanas, los inversores habían comenzado a incorporar la
posibilidad de que el Banco de Inglaterra pudiera subir sus tasas de
interés este mes por primera vez en una década.
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