Bloomberg 15 de septiembre, 2017
Por Christopher Martin.
La ciudad de Nueva York requerirá a grandes edificios que reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero, como parte de la meta de la ciudad para bajar las emisiones totales un 80 por ciento para 2050.
El alcalde Bill de Blasio está solicitando a los propietarios que reduzcan el uso de combustibles fósiles y mejoren la eficiencia energética, y dijo que Nueva York es la primera ciudad importante en imponer reducciones de carbono en los edificios existentes, según un comunicado publicado el jueves. El municipio apoyará actualizaciones y modernizaciones a través de préstamos a bajos intereses conectados a las evaluaciones de impuestos de la propiedad.
Los edificios representan alrededor de un tercio de los gases de efecto invernadero mundial y muchas ciudades están exhortando a realizar actualizaciones después de que el presidente Donald Trump prometiera en junio retirarse del Acuerdo de París. La quema de combustibles fósiles para calefacción y agua caliente en los edificios es la principal fuente de emisiones de Nueva York, y se espera que las nuevas políticas las reduzcan un 7 por ciento para 2035.
“Debemos eliminar la dependencia de nuestros edificios en los combustibles fósiles aquí y ahora”, dijo De Blasio en el comunicado. “El tiempo no está de nuestro lado”. El plan será promulgado por una legislación que patrocina el concejal Costa Constantinides.
Las reglas se aplican a todos los edificios con una superficie de más de 2.300 metros cuadrados. Para cumplir con los límites obligatorios de los combustibles fósiles, los propietarios harán mejoras en calderas, calentadores de agua, techos y ventanas. Esto incluiría la Torre Trump de 70.300 metros cuadrados construida en 1983.
Los edificios que no cumplan serán multados, y los montos dependerán de su tamaño. Por ejemplo, un edificio con más de 92.900 metros cuadrados que exceda sus objetivos sería multado en hasta US$2 millones al año.
La ciudad también autorizará un programa para financiar actualizaciones a través de evaluaciones de impuestos a la propiedad a bajo interés, un formato que puede reducir los costos de endeudamiento, de acuerdo con la declaración. Por ejemplo, un edificio de apartamentos de 54 unidades en el Bronx que recientemente reemplazó su caldera e invirtió en mejoras de eficiencia podría haber ahorrado US$8.000 al año en pagos de deudas en el marco de ese programa, llamado Property Assessed Clean Energy. Este programa podría financiar US$100 millones al año en actualizaciones en la ciudad.
La ciudad de Nueva York requerirá a grandes edificios que reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero, como parte de la meta de la ciudad para bajar las emisiones totales un 80 por ciento para 2050.
El alcalde Bill de Blasio está solicitando a los propietarios que reduzcan el uso de combustibles fósiles y mejoren la eficiencia energética, y dijo que Nueva York es la primera ciudad importante en imponer reducciones de carbono en los edificios existentes, según un comunicado publicado el jueves. El municipio apoyará actualizaciones y modernizaciones a través de préstamos a bajos intereses conectados a las evaluaciones de impuestos de la propiedad.
Los edificios representan alrededor de un tercio de los gases de efecto invernadero mundial y muchas ciudades están exhortando a realizar actualizaciones después de que el presidente Donald Trump prometiera en junio retirarse del Acuerdo de París. La quema de combustibles fósiles para calefacción y agua caliente en los edificios es la principal fuente de emisiones de Nueva York, y se espera que las nuevas políticas las reduzcan un 7 por ciento para 2035.
“Debemos eliminar la dependencia de nuestros edificios en los combustibles fósiles aquí y ahora”, dijo De Blasio en el comunicado. “El tiempo no está de nuestro lado”. El plan será promulgado por una legislación que patrocina el concejal Costa Constantinides.
Las reglas se aplican a todos los edificios con una superficie de más de 2.300 metros cuadrados. Para cumplir con los límites obligatorios de los combustibles fósiles, los propietarios harán mejoras en calderas, calentadores de agua, techos y ventanas. Esto incluiría la Torre Trump de 70.300 metros cuadrados construida en 1983.
Los edificios que no cumplan serán multados, y los montos dependerán de su tamaño. Por ejemplo, un edificio con más de 92.900 metros cuadrados que exceda sus objetivos sería multado en hasta US$2 millones al año.
La ciudad también autorizará un programa para financiar actualizaciones a través de evaluaciones de impuestos a la propiedad a bajo interés, un formato que puede reducir los costos de endeudamiento, de acuerdo con la declaración. Por ejemplo, un edificio de apartamentos de 54 unidades en el Bronx que recientemente reemplazó su caldera e invirtió en mejoras de eficiencia podría haber ahorrado US$8.000 al año en pagos de deudas en el marco de ese programa, llamado Property Assessed Clean Energy. Este programa podría financiar US$100 millones al año en actualizaciones en la ciudad.
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