FUente: Yahoo Finanzas
La libertad no es gratis.
Puedes creer que se trata de una verdad de Perogrullo. Sin embargo, creo que ahora más que nunca cobra sentido.
Los
estadounidenses están orgullosos de vivir en el País de la Libertad.
Tenemos más libertades que la mayoría de los países, lo cual se
patentiza en diferentes áreas: tenemos libertad de culto, de expresión y
de acción, entre otras. Como muchos afirman, esa libertad nos convierte
en la envidia del resto del mundo y también es la razón principal por
la que los inmigrantes, legales o no, acuden a nuestras fronteras y
costas.
Por
supuesto, nuestra libertad tiene límites. No somos libres de asesinar y
saquear, vender heroína o correr desnudos por medio de un campo de la
NFL. Estos son tabúes pactados, y se deben a que el costo para la
sociedad de permitir una libertad ilimitada es simplemente inaceptable
y/o moralmente censurable.
Por
otra parte, podemos encontrar lo que yo llamo “libertades discutibles”,
sobre las que debatimos para decidir si merecen o no la pena. Sin
embargo, nuestro nivel de aceptación suele evolucionar con el paso del
tiempo, como sucedió con la legalización de la marihuana o el matrimonio
entre personas del mismo sexo.
Y
luego existen otras libertades sociales que tienen costos enormes que
generalmente no se reconocen pero que considero difíciles de defender.
Tres ejemplos: la libertad sin restricciones de los mercados
financieros, Internet libre y el acceso casi ilimitado a las armas de
fuego. Muchos creemos apasionadamente en estas libertades, pero me
pregunto si entendemos verdaderamente el precio que pagamos por ellas.
Vamos a analizar una por una.
Libertad sin restricciones para los mercados financieros
Podríamos
decir que los mercados financieros liberalizados o poco regulados
tuvieron una gran responsabilidad en la crisis financiera de 2008/2009.
La especulación en los derivados crediticios y los valores hipotecarios,
junto con los riesgos asociados, sobre los que se comprendía muy poco,
crearon un riesgo sistémico que dañó gravemente la economía de nuestra
nación y de gran parte del mundo. ¿Cuánto nos costó esa libertad de los
mercados financieros durante la Gran Recesión? Es difícil calcularlo con
exactitud, pero he visto estimaciones que oscilan entre los 12 y 22
billones de dólares. Sí, billones.
En
este sentido, hay varios puntos que debemos analizar. Por supuesto, la
liberalización de los mercados ha generado muchos más billones de los
que se perdieron. Por eso, no me refiero a implementar miles de páginas
que regulen la miríada de derivados, sino que estoy pensando más bien en
incrementar el capital para las firmas de inversión. Algo simple.
Cuando ocurra la próxima crisis financiera, quienes deben pagar son los
accionistas, no la gente común. Esto diciendo que podríamos optimizar
nuestros mercados aumentando el capital regulatorio y sumando los
costos, lo cual limitaría la libertad, algo que no le gustaría a los
estadounidenses. Una práctica interesante.
Internet libre
Luego
está Internet. En primer lugar, debemos reconocer que Internet no es
totalmente libre, incluso en los Estados Unidos. Por ejemplo, no puedes
publicar legalmente pornografía infantil ni vender opiáceos en la web.
Así que ya existen límites. Una vez más, sé que los estadounidenses
odiarán admitirlo, pero es obvio que necesitamos más regulación. ¿Por
qué? Porque los costos son demasiado altos como para no hacerlo.
En
este momento, estamos pagando un precio social increíblemente elevado y
luego tendremos que lidiar con las consecuencias. Por ejemplo, ¿a cuánto
ha ascendido el costo de los hackeos contra nuestra empresa matriz
Yahoo? Después de que se anunciara su vulnerabilidad informática,
Verizon redujo su oferta de compra en 350 millones de dólares. La
vulnerabilidad informática también ha afectado a Equifax, y a una docena
más de empresas online, quién sabe.
Y
luego está el problema de la autenticidad de los sucesos: ¿Cuál es el
costo para nuestra sociedad del troleo ruso y las noticias falsas en
Facebook y Twitter? Por ejemplo: las noticias falsas enfurecen a un
pueblo de Idaho. Un hombre disparó dentro de una pizzería en Washington,
D.C. por una noticia viral falsa. El costo: millones y millones de
dólares.
Debes
haber visto que Facebook acaba de anunciar que está contratando a 1.000
personas que tendrán la función de revisar todo su contenido. Esto
supone un costo de 100 millones de dólares. Pero estos millones son solo
copos de nieve en la punta del iceberg de los costos.
Obviamente,
se trata de un problema más complejo, por lo que necesitamos repensar
muchos factores relacionados con la seguridad en la web y las redes
sociales. Por ejemplo, necesitamos reemplazar nuestro sistema de número
de la Seguridad Social. Las empresas que gestionan las redes sociales
como Facebook y Twitter deberían revelar quiénes pagan los anuncios que
publican en sus plataformas. Asimismo, estas empresas deberían
responsabilizarse por todo el contenido que se publica en sus
plataformas.
El
costo en esta área es enorme. Sin embargo, el costo de darles a los
troles rusos y a los adolescentes macedonios la capacidad ilimitada de
desestabilizar nuestra sociedad es aún mayor.
Acceso libre y casi ilimitado a las armas de fuego
Y
finalmente, en Estados Unidos tenemos la libertad de comprar
prácticamente cualquier tipo de arma de fuego, incluso si no están
diseñadas para la caza o la autodefensa. ¿Esta libertad tiene costos
asociados? Sí. Sus costos son enormes y aumentan cada mes. Por solo
poner un ejemplo: el tiroteo en la escuela secundaria de Columbine costó
unos 50 millones de dólares, y fue en 1999.
¿A
cuánto ascendió el costo del tiroteo en la discoteca Pulse en Orlando el
año pasado? Ted Miller, investigador del Pacific Institute for Research
and Evaluation, calculó que el costo ascendió a 390 millones de
dólares. Miller también afirmó que los daños por disparos en un día
normal en Estados Unidos ascienden a 600 millones de dólares. Sus
cálculos incluyen los costos médicos y de seguros, el costo de la
policía y los socorristas, de los empleadores y el valor en dólares de
las vidas perdidas.
Según agencias gubernamentales, una vida en Estados Unidos está valorada en más de 7 millones de dólares.
Eso
implica que el tiroteo que se produjo en Las Vegas tendrá un costo de
más de 500 millones de dólares. Impresionante, ¿verdad?
Limitar
el acceso a las armas reduciría los tiroteos, lo que, entre otras
cosas, disminuiría los costos para nuestra sociedad. ¿Limitar el acceso
del público a las armas de asalto le conferiría demasiado poder al
gobierno? No tanto como para no hacer ese sacrificio inmediatamente.
Por
eso digo que toda esa libertad no es gratis. Pero quizá no se trata
tanto de definirlo como de reducir la cantidad de libertades que tenemos
en los mercados financieros, la web o la compra de armas. Primero, hay
que ser consciente de los costos y los sacrificios, para luego tomar
decisiones inteligentes.
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