Fuente: Reuters
BERLÍN/PARÍS (Reuters) – Animados por un acuerdo preliminar de coalición entre la canciller Angela Merkel y los Socialdemócratas (SPD), Alemania y Francia intentarán añadir esta semana nuevos impulsos a sus estancadas iniciativas de reforma de la UE cuando sus ministros de finanzas se reúnan en París.
Peter Altmaier, uno de los aliados de partido más cercanos a Merkel, visitará a su homólogo francés, Bruno Le Maire, el jueves, un día después de que los destacados economistas de Francia y Alemania desvelen las nuevas recomendaciones para una reforma de la eurozona.
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La reunión es una señal de que Berlín está preparada para negociar con París de forma paralela a las negociaciones de coalición entre Merkel y el SPD, que podrían comenzar a finales de este mes si los miembros del partido de centro-izquierda dan luz verde en un congreso el próximo domingo.
“Tenemos un gobierno en acción que puede actuar y necesita continuar trabajando”, dijo a Reuters Achim Post, jefe adjunto del SPD en el parlamento. Post dijo que la hoja de ruta hacia la coalición acordada el viernes indicaría el camino hacia un “cambio paradigmático” en Europa, lejos de la austeridad y cerca de la inversión y el empleo.
El documento de 28 páginas también fue bien recibido por el presidente francés, Emmanuel Macron, cuyos planes para un reforma ambiciosa de la UE, incluyendo una revisión de la gobernanza de la eurozona, se vieron perjudicados por la falta de acuerdo para formar gobierno en Alemania tras las elecciones de septiembre, además de por el limbo político que las precedieron.
El borrador, que podría suponer la base del tercer gobierno de “gran coalición” para Merkel desde que ésta llegó a poder en 2005, plantea la posibilidad de un “presupuesto de inversión” para el bloque de moneda única, similar al llamamiento de Macron de establecer un presupuesto para ayudar a la eurozona a lidiar con los choques económicos externos.
El documento también insta a que el Mecanismo Europeo de Estabilidad se convierta completamente en un Fondo Monetario Europeo bajo control parlamentario y anclado en la legislación de la UE.
Como señal de las sostenidas diferencias entre Berlín y París, Macron cuestionó el viernes la lógica de dicho fondo e hizo hincapié en la necesidad de completar la “unión bancaria” de la UE, un proyecto vital diseñado para cortar el vínculo entre los bancos con problemas y la deuda pública. Berlín se ha mostrado reacia a avanzar a la última fase, que implica el establecimiento de un plan común de garantía de depósitos.
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