Fuente: The Associated Press
NUEVA
YORK (AP) — La magnitud del escándalo sobre cuentas falsas en Wells
Fargo creció pronunciadamente el jueves, cuando el banco informó que sus
empleados abrieron potencialmente sin permiso de los clientes un total
de 3,5 millones de cuentas entre 2009 y 2016. Ese es un aumento abrupto
con respecto a las 2,1 millones que el banco había mencionado hace un
año.
En
septiembre de 2016, el banco reconoció que empleados presionados para
cumplir con cuotas de ventas habían abierto cuentas que los clientes ni
siquiera sabían que existían.
El
jueves, Wells Fargo reconoció que descubrió aproximadamente medio millón
de cuentas más, que no había detectado en la primera revisión entre
2011 y 2015.
Después
de que la institución financiera reconoció la falla el año pasado,
surgieron indicios de que las prácticas indebidas se remontaban incluso
más atrás. Por lo tanto, Wells Fargo contrató a una firma consultora
externa para analizar 165 millones de cuentas abiertas entre 2009 y
2016.
El
banco reveló que, aparte de las 2,1 millones de cuentas detectadas
inicialmente, se hallaron otras 981.000 cuando se examinó el lapso más
amplio. Aproximadamente 450.000 cuentas fueron halladas en el lapso
original.
El
escándalo es el peor en la historia de Wells Fargo. Le costó el cargo al
exdirector ejecutivo John Stumpf y la reputación de la empresa, hasta
ahora impecable, ha quedado hecha trizas. La compañía le tuvo que pagar
185 millones de dólares a un ente regulador y tras una demanda colectiva
desembolsó compensaciones por 142 millones de dólares.
La
nueva gerencia ha tratado de resarcir el daño, tanto a los clientes del
banco como a líderes políticos y la gente en general, pero ha tenido
dificultades. El mes pasado Wells Fargo reveló que unos 570.000 clientes
estaban siendo facturados por seguro de automóvil que no necesitaban y a
veces ni siquiera sabían que tenían. En algunos casos los clientes no
pudieron pagar y perdieron sus vehículos.
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