Fuente: Reuters
31 de agosto de 2017
WASHINGTON
(Reuters) – El gasto de los consumidores estadounidenses aumentó poco
menos de lo esperado en julio y la inflación anual fue la menor en más
de un año y medio, reduciendo las expectativas de que la Reserva Federal
incremente las tasas de interés en diciembre.
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La inflación se mantiene obstinadamente baja pese a que la economía de
Estados Unidos está cerca del pleno empleo, lo que es un dilema para la
Fed. Otro dato mostró el jueves un leve aumen
to de las solicitudes de
subsidios por desempleo la semana pasada, en un mercado laboral sólido.
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“El consumidor sigue haciendo el trabajo pesado en lo que respecta al
crecimiento económico”, dijo Chris Rupkey, economista jefe de MUFG en
Nueva York. “La inflación está en el carril lento por ahora y esto
probablemente volverá cautos a los funcionarios de la Fed acerca de la
necesidad de aumentar por tercera vez las tasas este año”, agregó.
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El Departamento de Comercio dijo el jueves que el gasto de los
consumidores, que responde por más de dos tercios de la actividad
económica en Estados Unidos, subió un 0,3 por ciento el mes pasado tras
un incremento revisado al alza de 0,2 por ciento en junio. Economistas
consultados en un sondeo de Reuters habían previsto un alza de 0,4 por
ciento paran julio.
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El índice de gastos en consumo personal que excluye alimentos y energía
avanzó 0,1 por ciento el mes pasado. El denominado PCE estructural -una
medición de la inflación preferida por la Fed- ha avanzado al mismo
ritmo en los últimos tres meses.
* A
nivel interanual, el PCE estructural se desaceleró al 1,4 por ciento,
su menor avance desde diciembre del 2015, tras alcanzar el 1,5 por
ciento en los 12 meses a junio. La tasa anual ha caído medio punto
porcentual desde febrero y en los últimos cinco años el PCE ha quedado
debajo de la meta de inflación del 2 por ciento que tiene el banco
central.
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La combinación de un gasto moderado de los consumidores y una inflación
débil genera dudas sobre si la Fed subirá las tasas de interés en su
reunión de diciembre, como espera la mayoría de los economistas. La
entidad ha subido los tipos dos veces este año, pero ahora está
concentrada en el lanzamiento de un plan para reducir su enorme cartera
de activos.
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“Esperamos que la inflación estructural empeore en la base interanual
antes de mejorar, lo que facilita la decisión de la Fed de evitar
aumentar las tasas en su encuentro de septiembre y focalizarse solamente
en la hoja de balance”, dijo Ellen Zentner, economista jefe de Morgan
Stanley en Nueva York.
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Las acciones estadounidenses operaban en alza ante las menores
expectativas de incremento en las tasas, al igual que los precios de los
bonos del Tesoro. El dólar operaba estable frente a una canasta de
monedas tras los reportes.
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En otro informe también difundido el jueves, el Departamento de Trabajo
dijo que los pedidos iniciales de subsidios estatales por desempleo
subieron en 1.000 a una cifra desestacionalizada de 236.000 en la semana
que terminó el 26 de agosto.
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El promedio móvil de cuatro semanas, considerado una medición más
precisa de las tendencias en el mercado laboral porque suaviza la
volatilidad semanal, cayó en 1.250 a 236.750 en la última semana, su
lectura más baja desde mayo.
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Mientras que el gasto del consumidor seguirá impulsando el repunte de la
economía, el mercado inmobiliario probablemente lo contendrá. Un tercer
informe mostró que los contratos para comprar casas usadas en Estados
Unidos bajaron inesperadamente en julio y registraron su cuarto declive
en cinco meses, en un mercado que sigue afectado por una escasez de
propiedades disponibles para la venta.
(Editado en español por Ana Laura Mitidieri)
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