Fuente: Reuters
31 de agosto de 2017
(Reuters)
– Negociadores planean lograr pequeños avances en la segunda ronda de
conversaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN) este fin de semana, tratando de ignorar las constantes amenazas
del presidente estadounidense Donald Trump de abandonar el acuerdo
trilateral.
Trump
ha utilizado Twitter, conferencias de prensa y discursos para atacar el
TLCAN en los últimos días, en una estrategia que funcionarios mexicanos
y canadienses consideran una táctica de negociación, pero que no
obstante ha aumentado la incertidumbre sobre el acuerdo.
“Esperemos
que podamos renegociarlo, pero si no podemos, prescindiremos de él y
comenzaremos de nuevo con un pacto real”, dijo Trump el miércoles a
trabajadores en Misuri, mientras los secretarios de Economía y de
Relaciones Exteriores de México se reunían con sus pares estadounidenses
en Washington.
Representantes
comerciales de los tres países tratarán de alcanzar algún avance
durante los cinco días de conversaciones en México que comienzan el
viernes trabajando en las áreas de mayor consenso antes de abordar los
temas más complicados.
“Queremos
ver una señal positiva de avance real en las mesas de negociación”,
comentó Moisés Kalach, director del Consejo Estratégico de Negociaciones
Internacionales del Consejo Coordinador Empresarial, una influyente
cámara empresarial que lidera la defensa del TLCAN.
“Ojalá que podamos ver, aunque no se tenga que hablar públicamente, algunos temas que se empiezan a cerrar”, dijo.
En
general, la ronda mexicana, que sigue a las conversaciones hace dos
semanas en Washington, se espera que defina más claramente las
prioridades de cada nación en lugar de mostrar grandes avances.
La aparición de posiciones detalladas sobre los puntos más difíciles parece menos probable en esta ronda, según las autoridades.
Kalach
y un negociador mexicano, que habló bajo condición de anonimato,
esperan un amplio acuerdo entre los miembros del TLCAN sobre cómo
mejorar las condiciones para las pequeñas empresas, así como en algunos
puntos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus
siglas en inglés) que deshizo Trump tras asumir el cargo.
Los
temas más divisorios que podrían entrar en las conversaciones abarcan
desde las reglas de origen para automóviles, hasta la demanda de Estados
Unidos de rechazar el llamado mecanismo de solución de controversias
del capítulo 19 para resolver quejas sobre subsidios ilegales y dumping.
Una
de las claves de la estrategia estadounidense es cómo reducir su
déficit comercial con México, lo que ha llevado a los negociadores a
buscar caminos creativos para reequilibrar el comercio, dijo Kalach.
Una
esperanza es que la reciente apertura del sector energético en México
resultará en más importaciones e inversiones de compañías
estadounidenses, algunas de las cuales ya han ingresado al mercado,
incluyendo Exxon Mobil Corp y Chevron Corp.
Incluir esa reforma en el TLCAN, de manera que fuera políticamente
costoso para un próximo gobierno mexicano retirarlo del acuerdo, daría
más garantías a los inversionistas estadounidenses y canadienses, dijo
Kalach y el negociador mexicano.
El
riesgo de que la reforma se paralizare ha preocupado a funcionarios de
la región toda vez que el líder izquierdista Andrés Manuel López
Obrador, que encabeza las encuestas rumbo a las presidenciales de 2018,
se opuso a la apertura de la industria energética.
“Lo mejor que puedan hacer es proteger el NAFTA porque eso protege por esencia sus inversiones”, dijo Kalach.
PALABRAS AMBIGUAS
Trump
ha acusado a México y Canadá de ser “muy difíciles”, y funcionarios de
ambos países dicen que sus palabras sorprenden poco dado su estilo de
negociación.
Sin embargo, el gobierno de México anunció que prepara un “plan B” ante el riesgo de que Estados Unidos abandone el TLCAN.
El
primer ministro de Canadá, Justin Trudeau descartó el martes el impacto
de las amenazas de Trump y funcionarios canadienses cercanos al proceso
de negociación dicen que están totalmente enfocados en las
conversaciones.
“Siempre
habrá palabras lanzadas aquí y allá, pero (…) seguiremos trabajando
seriamente y respetuosamente para mejorar el TLCAN para beneficiar no
sólo a los canadienses sino también a nuestros amigos estadounidenses y
mexicanos”, dijo Trudeau.
Una
portavoz del Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR, por sus
siglas en inglés), Robert Lighthizer, se negó a comentar acerca de cómo
las declaraciones de Trump afectarían las conversaciones. Sin embargo,
expertos comerciales dicen que es poco probable que fomenten un espíritu
de cooperación.
“Creo
que sus tweets y declaraciones están complicando lo que ya es una
negociación difícil”, dijo Wendy Cutler, ex número dos del Representante
de Comercio de Estados Unidos.
“Creo
que envalentonará a los opositores en Canadá y México que no quieren
moverse en ciertas áreas, diciendo a los negociadores, ‘no se mueven en
estos temas porque el presidente ya dijo que probablemente no firmará en
este acuerdo'”, comentó.
(Con
reporte adicional de David Lawder en Washington, David Ljunngren en
Ottawa y Anthony Esposito en Ciudad de México; Editado en español por
Javier López de Lérida)
No hay comentarios:
Publicar un comentario