Bloomberg 22 de agosto, 2017
Por Ranjeetha Pakiam y Dan Murtaugh con la colaboración de Serene Cheong.
La OPEP no tendrá otra opción que ampliar los recortes de la producción de petróleo en los niveles actuales cuando expiren en marzo, según Bank of America Merrill Lynch.
La profundización de los recortes sería demasiado cara y terminaría en una pérdida de cuota de mercado frente a los perforadores de shale estadounidense, mientras que el aumento de la producción reanudaría una guerra de precios que sería “devastadora” para las finanzas de algunos de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, dijo Francisco Blanch, director general de investigación sobre materias primas del banco, en una entrevista telefónica el lunes.
“La OPEP no tiene muchas opciones en cuanto a lo que puede hacer”, dijo Blanch. “Su mejor opción es permanecer donde está y esperar que el crecimiento mundial se acelere. Y hay razones para creer que así será”.
La OPEP y sus aliados, entre ellos Rusia, acordaron en diciembre recortar la producción de petróleo en un esfuerzo por reducir la sobreoferta de crudo hacia el promedio de cinco años y aumentar los precios. El grupo todavía está a unos 12 o 18 meses de alcanzar ese objetivo, dijo Blanch. Los límites a la producción se extendieron en mayo y expirarán en marzo.
Ampliar de nuevo los recortes dará más tiempo para un crecimiento económico de los mercados emergentes, lo que impulsará la demanda de petróleo y erosionará el exceso de oferta, dijo Blanch.
“Hemos visto una vuelta del dinero a los mercados de renta variable y de renta fija en el mundo emergente”, dijo Blanch. “Así que la mejor opción de la OPEP es simplemente mantenerse como está, esperar que el crecimiento mejore durante los próximos meses, y al final los inventarios continuarán disminuyendo”.
El West Texas Intermediate, un referente en Estados Unidos, se negociaba a US$47,59 el barril y el crudo Brent, el referente para más de la mitad del petróleo mundial, se negociaba cerca de US$52 a las 2:09 pm hora de Singapur. Ambos cotizaban a más de US$100 el barril a mediados de 2014. Blanch prevé que el WTI se negociará a US$47 y el Brent a US$50 a finales de año.
Los límites a la producción han quedado contrarrestados parcialmente por el aumento de la oferta de Libia y Nigeria -los miembros de la OPEP que están exentos de los recortes- y por la producción en Estados Unidos, donde los aumentos de precios han estimulado la perforación en yacimientos ricos en shale. El mayor problema para la OPEP en la actualidad es que la duración de sus recortes, ya sea de 6 meses o 9 meses, sólo es el tiempo suficiente para que los productores de shale aumenten la perforación y la producción, dijo Blanch.
“Así que si la OPEP se reúne e intenta implementar un recorte más profundo y los precios suben como resultado, el petróleo shale de Estados Unidos cubrirá inmediatamente ese hueco”, dijo Blanch. “Y entonces todo lo que se logrará es un pequeño bache que esencialmente enviará dinero desde el Golfo Pérsico a Texas”.
La OPEP no tendrá otra opción que ampliar los recortes de la producción de petróleo en los niveles actuales cuando expiren en marzo, según Bank of America Merrill Lynch.
La profundización de los recortes sería demasiado cara y terminaría en una pérdida de cuota de mercado frente a los perforadores de shale estadounidense, mientras que el aumento de la producción reanudaría una guerra de precios que sería “devastadora” para las finanzas de algunos de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, dijo Francisco Blanch, director general de investigación sobre materias primas del banco, en una entrevista telefónica el lunes.
“La OPEP no tiene muchas opciones en cuanto a lo que puede hacer”, dijo Blanch. “Su mejor opción es permanecer donde está y esperar que el crecimiento mundial se acelere. Y hay razones para creer que así será”.
La OPEP y sus aliados, entre ellos Rusia, acordaron en diciembre recortar la producción de petróleo en un esfuerzo por reducir la sobreoferta de crudo hacia el promedio de cinco años y aumentar los precios. El grupo todavía está a unos 12 o 18 meses de alcanzar ese objetivo, dijo Blanch. Los límites a la producción se extendieron en mayo y expirarán en marzo.
Ampliar de nuevo los recortes dará más tiempo para un crecimiento económico de los mercados emergentes, lo que impulsará la demanda de petróleo y erosionará el exceso de oferta, dijo Blanch.
“Hemos visto una vuelta del dinero a los mercados de renta variable y de renta fija en el mundo emergente”, dijo Blanch. “Así que la mejor opción de la OPEP es simplemente mantenerse como está, esperar que el crecimiento mejore durante los próximos meses, y al final los inventarios continuarán disminuyendo”.
El West Texas Intermediate, un referente en Estados Unidos, se negociaba a US$47,59 el barril y el crudo Brent, el referente para más de la mitad del petróleo mundial, se negociaba cerca de US$52 a las 2:09 pm hora de Singapur. Ambos cotizaban a más de US$100 el barril a mediados de 2014. Blanch prevé que el WTI se negociará a US$47 y el Brent a US$50 a finales de año.
Los límites a la producción han quedado contrarrestados parcialmente por el aumento de la oferta de Libia y Nigeria -los miembros de la OPEP que están exentos de los recortes- y por la producción en Estados Unidos, donde los aumentos de precios han estimulado la perforación en yacimientos ricos en shale. El mayor problema para la OPEP en la actualidad es que la duración de sus recortes, ya sea de 6 meses o 9 meses, sólo es el tiempo suficiente para que los productores de shale aumenten la perforación y la producción, dijo Blanch.
“Así que si la OPEP se reúne e intenta implementar un recorte más profundo y los precios suben como resultado, el petróleo shale de Estados Unidos cubrirá inmediatamente ese hueco”, dijo Blanch. “Y entonces todo lo que se logrará es un pequeño bache que esencialmente enviará dinero desde el Golfo Pérsico a Texas”.
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