Fuente: Engadget
27 de julio de 2017
Tal y como estaba previsto, los resultados financieros del último trimestre de Samsung
han vuelto a traer buenas noticias a la compañía.
Y no es para menos, ya que los coreanos han conseguido un beneficio operativo de 14,07 billones de wons (12.600 millones de dólares) en el segundo trimestre del 2017. Lo curioso es que, aunque las ventas de móviles superaron las del mismo periodo del 2016, los beneficios bajaron, algo a lo que Samsung atribuye a unos costos más elevados.
Y no es para menos, ya que los coreanos han conseguido un beneficio operativo de 14,07 billones de wons (12.600 millones de dólares) en el segundo trimestre del 2017. Lo curioso es que, aunque las ventas de móviles superaron las del mismo periodo del 2016, los beneficios bajaron, algo a lo que Samsung atribuye a unos costos más elevados.
De
todas formas, el fabricante ya ha demostrado que sus otras ramos suponen
un sustento muy importante para la compañía, así que los negocios de
chips, memorias y pantallas ha colaborado bastante en este récord de
beneficios.
¿Y ahora qué? Pues Samsung sigue mirando hacia delante con la mente puesta en su próximo terminal, el Galaxy Note,
un terminal que según ellos reunirá características mejoradas para
ofrecer un mayor rendimiento que permita mantener el impulso alcanzado
con los S8 y S8+. El negocio de
procesadores trabaja sin parar en los modelos de 10 nanómetors, y en el
de las pantallas la producción aumenta para cubrir la demanda de los
terminales de alta gama. ¿Lo mejor? Que posiblemente reciban un invitado
sorpresa, ya que se rumorea el próximo iPhone 8 contará con pantallas fabricadas por Samsung, un pedido que sin lugar a dudas traerá muchísimos ingresos a la compañía.
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